jueves, 31 de octubre de 2013

La torre del mercader V.



Decidí retomar “La torre del mercader” un cuento en capítulos que tengo en mi blog personal dado que no me vino un cuento aparte a la mente, aunque termine fuera de la idea original del cuento original siendo esta una edición de un cuento original de alguien más. Sé que no es la historia más terrorífica que vayan a leer, al menos en este capítulo pero prometo llegar ahí, a veces las historias se presentan solas y no es posible decidir sobre lo que ya es.


Para el primer capítulo, clic aquí.
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Capítulo V. “Descenso”

Fue entonces cuando se dio cuenta de que el libro ya no estaba en sus manos y que por alguna razón sus manos ya no estaban siquiera cerradas, estaba en el piso, manos extendidas como si tratara de asir algo delante de él, pero la oscuridad era total y no sabía ni donde estaba, la sensación de extravío lo invadió como en otras ocasiones, trató de bajar las manos, aunque como pensó era imposible, estaba destinado a quedarse así al menos otra hora en lo que el efecto se disipaba, al menos una hora, si no pasaba nada que alterara la situación claro.

La visión era clara, tenía que llegar al pueblo antes de que el mercader terminara su labor, pero antes tenía que poder mover las jodidas manos, siquiera poder abrir los ojos, no sabía por qué, pero algo le decía que en realidad no estaba oscuro donde quiera que apareció esta vez, sino que simplemente estaban cerrados sus parpados, puto héroe que resultaba ser, no podía ni controlar su poder. “El libro” pensó, “Espero que haya logrado traerlo conmigo al menos ¡Puta incertidumbre!” su dedo índice se dobló, ya era algo al menos, pero no suficiente.

Dos horas pasaron y por fin se pudo levantar, abrir los ojos no le trajo la serenidad que esperaba, ahora podía ver, y ante si estaba un pueblo en llamas, su llegada demoró demasiado.

El libro no estaba, en su lugar en cambio quedo una bolsa, la tomo y comenzó a caminar hacia el pueblo, tenía que llegar a pesar de todo, a pesar de la certeza de la derrota y el desanimo, después de todo, ya estaba ahí.


“Mierda, mierda, no puedo creerlo ¿Cuánto tiempo duré en el viaje?” La calle principal estaba vacía, nadie atendía los incendios, las casas estaba suficientemente separadas como para esparcir rápidamente las llamas, continuó hacia la plaza, tomó un pico de una de las casas y se amarró la bolsa a la cintura, no había pensado siquiera en abrirla aún, pensaba que de necesitar abrirla lo sabría en su momento. La sensación de hormigueo seguía presente en todo su cuerpo, era molesto, más no le importaba tanto como esa otra sensación extraña que empezó a sentir apenas entro al pueblo y sus huevos se encogieron dentro de sí mismo y la boca se le seco de golpe.

La plaza, como esperaba, estaba desierta, salvo por un par de borrachitos sentados en una banca, riéndose y tomando, totalmente despreocupados de los incendios y de la realidad “par de idiotas, podrían estar prendidos ellos mismos en fuego y no se darían cuenta” y en cierta manera, lo estaban, pero él no lo veía.

una historia

 hace tres dias me suicide una serie de problemas me venian aqujando desde ya hace varios meses, en vida trabaje como encargado de la farmacia que esta en el hospital universitario. una noche estaba esperando que pasara mi autobus, esa noche llovia un poco y una densa niebla cubria la mayor parte de la ciudad en fin estaba esperando mi autobus cuando a un lado mio estaba esperando supongo lo mismo .
una joven no le vi el rostro a primera instancia la joven lloraba por lo cual quise interrogarla sobre el porque del llanto pero no respondio. estuvo ahi solamnete llorando, en realidad la imagen daba un tono lastimero no pasaba ningun automovil y estbamos casi a oscuras solo nos alumbraba la luz que proviene de la lampara que esta frente ala panaderia la reina  y las luces de entrada del cementerio. la joven continuo asi durante varios minutos luego una tenue luz ilumino la avenida era la luz de la ruta. al subir al camion la joven ya no estaba me supuse que se habia marchado y que el espanto que me causo era debido ala soledad de la noche. en fin me sente en la parte delantera del camion y no ocurrio nada pero justo antes de bajarme el chofer me indico que descendiera por la parte de atras entonces al voltear hacia la combi ya abajo en la parte trasera iba sentada la chica de igual modo con el rostro tapado y llorando esa imagen me lleno de espanto pero aun asi mientras caminaba a mi casa me repuse reflexione quizas que habia subido antes que y y no la note a primera instancia .por el cansancio ya en mi casa mientras preparaba algo de cenar me fije por la ventana no se porque lo hice nunca me fijaba por la ventana y ahi en la soledad de la calle bajo la lluvia estaba la joven parada en una imagen que parecia estuviera congelada, aquel momento no mostraba el rostro solo lloraba ahora si me llene de terror lame a mis vecinos naide estaba en casa o nadie quizo contestar el reloj marcaba las tres de la mañana no supe que hacer me fui a dormir quizas era solo el cansancio
o quizas la imagen era real y solamente me habia seguido hasta ahi para que la ayudara .de cualquier forma no sali   cerre mi puerta con llave y pasador y me dormi ,dormi profundamente ,no soñe nada ala mañana siguiente desperte temprano como a las seis de la mañana, doble turno toma de muestras mientras me afeitaba mire el espejo y justo de tras de mi estaba la joven llorando amargamente la vision ahora si me causo horror comense a gritar deseperado minutos depues llegaban mis vecinos y me encontrarian desnudo y llorando frente al espejo me dijeron que no habia nada que quizas habia sido un shock nervioso producido por la fatiga del trabajo .llame al hospital me dijeron que me podia tomar el dia libre convivi con mis vecinos hasta entrada la noche no quise estar solo tome la decision de pasar la noche con mi hermano. vive en el centro me fui al atardecer  en un taxi propiedad de un vecino iba yo en la parte de atras cuando al mirar ala escuela Coahuila estaba la joven dentr.o sin haber modificado su aspecto no le comente nada al taxista me moria de miedo una voz en mi interior parecia decirme este es asunto tuyo nadie mas puede ayudarte, paramos en la iglesia le conte todo al sacerdote me dijo que quizas era una alma en pena que deseaba algo y me dio un sermon donde me recomendo mucha oracion sali confortado de su oficina creyendo que ya todo estaba arreglado compre una veladora y la deposite en una capilla aledaña ala parroquia estaba ahi tranquilamente resando cuando senti ese impulso de voltear hacia atras al voltear la vi igual siempre llorando sin decir nada iba a correr con el sacerdote la voz en mi cabeza repico que no era necesario ni dios podia ayudarme que estaba solo que no tenia escapatoria camine hasta el banco retire mi dinero todo el que tenia la joven me esperaba afuera llorando pregunte nuevamente que se le ofrecia no respondio era como si supiera que iba hacer camine hasta una cantina de esas de mala muerte no se porque el impulso me hizo entrar. ahi dos hombres de aspecto desarrapado exibian una arma pregunte por el precio doscientos pesos la tome la joven estaba sentada justo enmedio de ellos pague y me fui a  un hotel hotel imperial rente una habitacion estuve contemplando  varios minutos el arma. con la joven enfrente sentada en un divan me puse frente al espejo y sitiendo el frio metal en mi cabeza accione el gatillo no volvi a ver ala joven cuando desperte pero la voz en mi cabeza repitio lo siguiente ati ati que lees esto y que sientes la imperiosa necesidad de voltear hacia atras no volte es  pues encontaras a la joven llorando perdida en las horas del tiempoy  de la muerte :) FELIZ HALLOWEN Y UN GRAN DOS DE MUERTOS

Tres extraños seres.

Recuerdo que era un niño muy consentido, de esos que se pasan los días al lado de su mamá, “bajo sus faldas” dirían algunos adultos, que en ocasiones querían arrancarme de su lado.

Todo cambio cuando nació mi hermano, y aun que yo estaba feliz, relativamente mi vida cambio, y sin menospreciarme a mi, casi todas las atenciones eran en aquel entonces para el nuevo integrante de la familia.

Yo tenía en aquel entonces nueve años, y el mundo frente a mi, comenzando por explorar cada rincón de la colonia, y sus alrededores, cortando duraznos de los árboles de los vecinos, pescando en el viejo lago con botes de lata que usábamos como cañas, con hilo sedal y anzuelos, jugando futbol en la calle, y buscando murciélagos por las noches.

Son veranos que nunca olvido, cosas que uno recuerda a veces y  que lo hacen que uno se sienta bien, como si tuviera  una especie de formación especial.

Fueron muchos veranos y poco apoco fueron cambiando de juegos infantiles a cosas mas sofisticadas como beisbol, futbol americano o soccer evoluciones de la vida.

Hay algo de aquellas tardes que recuerdo en estos tiempos, durante las  noches llenas de estrellas con la luna brillando intensamente sobre la ciudad.

Recuerdo aquello cuando he caminado solo por las calles, cuando visitaba a mis amores y no usaba carro, inclusive cuando trabajaba en otra ciudad y a veces me desvelaba viendo el viejo cuadro de la ciudad de Paris que colgaba de la puerta de mi habitación  con la luz encendida por que sentía miedo.


Nunca he olvidado a Dan y a sus hermanos y sus horribles mascaras de trapo , sus manos ásperas, sus zapatos empolvados y su ropa rota y vieja,  la mirada perdida y fija como si una tristeza grande ocupara la mayor parte de sus almas si es que aun tenían alguna.

De la escuela primaria me llevaron a  otra escuela con el nombre de un fundador de varias ciudades del norte, me llevaron a participar en un saludo a la bandera, o algo así, solo fui yo de mi escuela por mis calificaciones, ahí conocí a Pedro e Inez quienes tenían buen desempeño en sus escuela también, Pedro era hijo de una maestra e Inez no recuerdo bien como era su familia pero recuerdo que Inez era muy linda.

Así es que los viajes en bicicleta por las mañanas (yo asistía a la escuela primaria en la tarde) eran la mayoría de los días hasta la escuela de Inez para platicar con ella durante su recreo,  y hablar de la historia del país la cosa que mas nos gustaba a ambos.

Ella era muy inteligente, aun lo sigo creyendo quizás compara base con migo, pero ella era mas completa al momento por ejemplo de declamar una poesía o hablar frente al público,  no en vano fue ella la mejor de las escuelas y yo me quede muy lejos en el lugar número 7.

Fue aquellos días de octubre cuando la visitaba en las mañanas o cuando la veía en casa de su abuela los sábados por la tarde, para leer el libro sobre la fundación de Saltillo que saque de la biblioteca municipal, o el libro sobre Zapata que comenzaba con la foto del caudillo sobre la yegua que su padre le regalara y en la cual se cree que murió en Chinameca, Inez me mostraba fotos viejas de su familia, y en ocasiones si papà me dejaba, yo le mostraba la colección de monedas que guardábamos en un viejo monedero negro.

Fue un sábado por la tarde, cuando con el libro de Zapata bajo el brazo  encontré a Inez cargando a su pequeño hermano, y su abuela cocía en una vieja máquina,

 -Esta cociendo un traje para salir a pedir dulces el viernes, ¿quieres ir con nosotros? Pedro ira y otros amigos de la escuela también- dijo Inez y a mi me destrozo la vida, puesto que yo no quería Hellowen yo era muy Mexicano y lo peor es que ella lo sabía, - Si- dije yo pues lo que quería era estar con ella y de noche me pareció buena cosa.

Mas no use traje, solo me aparecí en casa de Inez el viernes como a las siete, usando botas vaqueras y camisa de cuadros como casi todos los días, Pedro usaba una mascara de moustro pero la levantaba hasta la frente para platicar e Inez lucia como una encantador vampirito, con su pelo lacio, y los ojos maquillados de un tono azul claro, y los labios rojos, y una bolsa con graciosas brujitas dibujadas, éramos un grupo como de diez niños pero de los demás no recuerdo sus nombres ni sus trajes aquel día.

Había mucha gente por la calle, los mas grandes lanzaban pintura sobre las puertas o armaban peleas entre ellos lanzándose harina y huevos de gallina, en algunas casas nos recibían muy bien y les daban dulces a los disfrazados incluso en algunos lados a mi, que solo los acompañaba, algunas señoras elogiaban la belleza de Inez y apretaban sus mejillas, y en otras cas casi nos corrían cuando tocábamos la puerta.

México se distingue por que de una calle a otra, la infraestructura de las casa tiene cambios violentos, de repente te encuentras en una colonia con buenas casas y unos metros mas estas en una colonia no tan bonita, así es que entre el barrio donde yo vivía y el de Inez y Pedro había una marcada diferencia, también había físicamente un terreno solo, el cual o cruzabas o rodeabas asta no se que calle, por lo que aquella noche optamos por atravesar el terreno éramos muchos y no sentíamos miedo a la aventura.

Hay algo raro en esta parte de la historia puesto que de diez llegamos a ser trece de la nada, y lo peor es que los otros tres se nos unieron en el terreno o al menos desde ahí tuvimos conciencia de que estaban, no hablaban casi nada solo me dijeron sus nombres dos de ellos, pues uno era muy pequeño para hablar y Fabiola lo cargaba, los tres usaban mascaras horribles de trapo sucias, ásperas sus manos y tenían un olor penetrante a gas como cuando una tuviera esta rota, las voces roncas de los que hablaban pronunciaron sus nombres Dan y Fabiola.

Ya no estaba la cosa muy tranquila con ellos, por entre sus mascaras se podían ver extrañas llagas de las cuales supuraba una especie de lìquido a veces rojo como la sangre a veces cristalino como las secreciones nasales, te daba horror cuando te veían y todavía siento las ásperas manos de Fabiola cuando la tome para cruzarla por un bulevar, o la piel áspera del bebe cuando por segundo lo cargue para que alcanzara el timbre de una casa.

Los demás niños se fueron retirando uno a uno invadidos por el terror cuando Dan, Fabiola y el bebe mascaban los dulces de manera ruidosas y desesperada, cuando los perros dentro de las casas aullaban y ladraban con todas sus fuerzas al sentir nuestra presencia, o mas bien al sentir la presencia de los tres misteriosos seres, y como dije todos se fueron por cualquier lado solo quedamos Pedro Ines, y yo, Ines apretaba mi brazo cuando sentía miedo y es que estas cosas, estos entes nos seguían a cualquier lado.

No quisieron pasar frente a la Iglesia lo que fue mas espantoso para nosotros hasta que llegamos ala calle 29 del sector de abajo, donde en aquellos años estaba la vieja casa de color amarillo, y que ahora es parte de una farmacia con estacionamiento y toda la cosa, cuando llegamos ahí se pudieron como locos, asustados, Fabiola y el bebe lloraban con sus voces roncas y Dan se veía muy alterado, entraron como si alguien los llamara, la casa estaba abandonada, y se notaban los rasgos del abandono, las puertas caídas, los vidrios rotos, algunas paredes con pintas y quemadas, Ines, Pedro y yo hubiéramos optado por correr pero sentimos preocupación, cuando los gritos de una muejr adulta se escuchaban dentro de la casa y el llanto de niños, sus voces habían cambiado ahora eran llantos de niños normales y Dan también lloraba, Ines me jalaba del brazo para que no entrara pero yo quería saber que pasaba, pase dos habitaciones pequeñas y al llegar a un a tercera observe a una mujer despeinada llorando con el bebe en su regazo y los cuerpos de Dan y Fabiola tirados en el suelo, ya no tenían las horribles mascaras de trapo, ni la ropa empolvada, usaban ropa normal como cualquier niño, de pronto la mujer se desvaneció y les hiso compañía en el suelo, y para cuando Ines y Pedro me encontraron en la puerta, los tres cuerpos y el entorno de hogar que tenía la habitación habían desparecido frente a nosotros, quedando solo basura por todo el cuarto, resto de una fogata que alguien hiso para protegerse del frío y varias pintas de pandillas en las paredes serían como las once de la noche, y aun que yo no recuerdo eso Pedro aseguró por mucho tiempo que se percibía un fuerte olor a gas aquella noche.

En la biblioteca central había de todo, y la vieja de ahí era muy amiga de Inez y mía, buscamos en el anuario y encontramos un periódico con fecha del 25 de agosto en el cual describía como una madre mato a sus tres pequeños hijos intoxicándolos con gas e intoxicándose ella también para esto solo dejo abierta la llave que daba al calentador, ella tenía problemas con el padre de sus hijos, y decidió cortar sus vidas de esa forma los pequeños Dan, Fabiola, y el bebe Carlos perecieron aquel día, que descansen en paz sus almas y la de los otros muertos fue lo que dijo la abuela de Inez cuando le contamos y cuando nos puso a rezar a Pedro Inez y a mi. Como fuese nunca volvimos a la casa aquella ni si quiera pasamos por ahí, en el anuario encontramos una foto de ellos misma que usamos un año después cuando les construimos un altar el día de muertos, en la foto están una semana antes de aquella tragedia, los tres lucen muy alegres, llenos de vida una vida que fue cortada de forma horrible y egoísta, ojala y sus almas estén ya en el cielo.


El acoso de su propia mirada.


Diariamente se retiraba de su trabajo sin problemas, Ana subía a su camioneta, la encendía y conducía hasta su casa, pero esa noche al encender el motor y ver por su espejo retrovisor, estaba su propia cara, sus propios ojos y su propia mirada quienes la observaban en el vidrio trasero de su van, Ella, al principio cerró los ojos, sacudió su cabeza y volvió a mirar; nada cambió, ese rostro seguía observándola de una manera pacífica e insistente. Da reversa, avanza y decide ir hacia adelante pero la curiosidad la lleva de nuevo a ver el retrovisor; conduce a su casa, llega y se baja. Por fin lejos de su coche toma un vaso de leche, es tarde y va a su recámara a descansar y pensar que ha tenido suficiente imaginación, la rutina del cuidado de su cara la hace pasar 5 minutos frente al espejo de su baño y de nuevo, su propia mirada la acosa en un cancel de vidrio, que no es lo mismo que el espejo. Asustada va a su cama, toma su celular para ingresar a lo que sea, pero al pulsar encendido, la pantalla es ahora un espejo donde ella puede verse a sí misma, lo arroja mientras grita con azoro, temblorosa abre su buró, toma el Rosario, se cubre hasta la cabeza para comenzar a rezar, mientras recuerda que día es, es 31 de octubre por la noche...

lunes, 21 de octubre de 2013


Tan linda como en mis sueños (breve historia de mis dìas).

Que linda como en los sueños, verla por las mañanas, vivo por segundos cuando sus ojos me buscan para saludarme y cuando la frase “buenos días” toma proporciones enormes de inmunidad y protección.
Deben ser mis oraciones las que la mueven un poco hacia mí, debe ser que por las noches delirio con su persona, pronunciando su nombre miles de veces, mientras que el tiempo reservado para soñarla se consume.
Las mañanas son una serie de sentimientos encontrados, de sentirme “enfermo” como se decía antes, ratos de mirarme al espejo sin sentirme demasiado guapo, y por espacio de breves momentos un “ nunca la mereceras” surge de mi cerebro como choque eléctrico y es capaz de hacer temblar a todo mi cuerpo, entonces la ganas de no verla aparecen junto con el deseo de no asistir este día al trabajo, sentimiento que disipo con  un decidido “pero si tu no le temes a nada” al menos no por ahora.
Por qué a veces creo que mi intento de hacer una  historia  a su lado, se quedara solo en eso, en el “intento de hacer algo”, entonces un miedo fuerte quizás más fuerte que mi frase nace pequeño, casi inofensivo, en las partes más desconocidas de mi cerebro, para luego crecer de manera exponencial, invadiéndolo todo, consumiéndolo todo, llevándose consigo la frase del no tenerle miedo a nada y sumiéndome en un sentimiento de inexistencia y de miedo de algún día no poder verla mas.
Por qué ¿Qué serían las noches sin soñarla, mi día sin mirarla, mis momentos de locura sin  pensar en ella?
Ella la que entró en mi cerebro y se esparció de forma rápida entre mis neuronas ganado adeptos cada segundo, formando el sentimiento que lleva su nombre, el sentimiento que lleva sus dos nombres, el movimiento que se dice lleva su nombre con las vocales colocadas de manera tradicional pero siendo izquierda  y con la consonante al cuadrado, una especie de AEM2, o  el sentimiento que se abandera con sus ojos, uno no tan grande que se enorgullese gritando que le gusta  su boca, el de su estómago, el de sus piernas, o el del café por las mañanas, por todo esto concluyo,  “ya no soy libre”.
Y si yo fuese un simpatizante a alguno de estas cosas ¿Cuál escogería? Sería sin dudarlo mucho el de sus ojos, o quizás divagando un poco sería el de sus piernas.
El día es un completo tratar de hacer algo, lo que sea que sea productivo y seguido de un “voy a ver que está haciendo” y como se ve a esta hora, y es que me encanta verla hacer cualquier cosa, comer, estar, escribir en su computadora, o hacer las tareas cotidianas que el trabajo le exige, y “sonreir” como cuando a duraz penas logro arrancarle una sonrisa por alguna cosa no tan tonta y exageradamente planeada cuando hablo con ella, ó por una cosa espontanea no planeada que tambien hace que mi estomago se contraiga esperando el resultado de mi atrevimiento.  Y reir sobre todo reir, me encanta escuchar como rie, entonces viajo a no se que partes, entonces soy feliz por instantes cuando el tono de su voz que provoca la risa viaja hasta mi, creando un revoltijo de sentimientos felicidad y envidia de no ser yo quien arranque esas risas, mas sin embargo mi alma se alimenta de eso, se alimenta de ella, de su imagen de su risa, sobre todo de su risa y vivo por momentos.
Lo mas triste creo de todo el día es la hora en que se va, dejándome solo tras esta computadora, con miles de pendientes como siempre los tengo, y me siento un poco relajado sin ella como antes era, y aveces creo pensamientos que me hacen daño, y a veces me observo sin ella en un futuro cercano y un abismo de sombras me envuelve, y consume la luz en la que me encuentro  hasta que mis ojos no pueden ver mas y la obscuridad se vuelve un eterno constante.
A veces  la imagino sin mi, en un futuro lejano feliz, riendo es  tan linda imaginarla en cada etapa de la vida y no me encuentro por ningún lado.
Soy un limosnero de su atención para cuando se va y espero siempre su despedida y muero cada vez que se va dejándome solo, y no estoy para nada conforme y quiero estar con ella hasta la noche, la noche lo único positivo que me queda sin ella, por que la recuerdo y recuerdo y recuerdo ya ya mi cerebro tiene reservado algún sueño para ella, en donde aparece y puedo verla un poco mas y a veces no tiene ninguna participación importante en el sueño pero solo su presencia me llena de felicdad al despertar, y vuelvo a sentirme enfermo y comienza mi andar por los días, esperando verla, hablarle y ¿por que no? si estoy inspirado y la suerte esta de mi lado arrancarle una sonrisa de esas que tanto quiero.

Desde que la conozco no hago otra cosa que escribir apegándome mucho a la realidad puesto que ella me volvió acá, un mundo donde hacia rato no estaba, un mundo que no me gusta por que generalmente cuando ando por acá es por que me enamore, predeterminado a que me vuelvan allá de un puntapíe como a pasado la mayoría de las veces y adonde al menos por ahora me niego a regresar.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Introductorio insatisfactorio.



Este es mi primera contribución para la sociedad de los poetas muertos, blog el cual me ha de perdonar su creador, me causa gran simpatía el titulo del URL: spm-sociedad, me pregunto cuántas mujeres llegaron aquí en búsqueda de remedios caseros para sus dolores menstruales o para buscar apoyo o simplemente ventilar sus anécdotas de tal síndrome, de nuevo una disculpa, pero tiendo a pensar en decenas de posibilidades excepto las adecuadas, tal es mi poder y tal es mi maldición. 
Fuera de eso, solo ocupare este espacio que me han ofrecido para cuentos cortos de ficción enarbolados siempre de dosis grandes (desearía) de humor, en múltiples ocasiones si no que en todas, involuntario. Y salvando esta parte, solo me resta decir; gracias por invitarme, espero que no me corran después de mi primera contribución y aguanten al menos tres más para decir “ya pues, de plano es mucho”.

Visiten mi blog personal, al cual pueden llegar desde mi perfil y esperen un poco a que termine de leer algunas entradas de este blog para familiarizarme con la tónica del mismo y no caer como negrito en el arroz.