Cuando la lluvia no cesaba de caer.
Las gotas de lluvia que caían golpenado lo
vidrios de la habitación donde dormía lo despertaron, aquella pieza donde
habitaba era a favor de todos los pronósticos sobre lo que serìa su vida, una
pequeña pieza sencilla donde había libros regados por todos lados, una máquina
vieja pero funcionando donde escribía algunas cosas, no con la intensidad de
otros tiempos pero escribía todavía algunas cosas, mas que cualquier cosa
narraciones de su vida tal y como había
sido sin imaginar nada, sin agregar ni quitar nada, narraciones fieles a su
destino, el cual le hubiera gustado cambiar pero nunca pudo hacerlo.
Había estado lloviendo, la lluvia habìa
comenzado tres meses antes, lluvia de
toda clase, la que cae fuerte, la que arruya, la que molesta, lluvia que a
veces hace feliz, en esos tres meses el sol se asomó pocas veces, movido mas
por recuerdos de como son los días soleados que por otra cosa, la mayoría de
las casas lucían húmedas las que habían aguantado, otras construcciones se
habían venido abajo por no aguantar tanta lluvia, las calles estaban húmedas,
los arroyos estaban llenos, las plantas por tanta agua comenzaban a morir y
había una crisis total en el país debido a tanta agua.
El presidente junto con otros altos
funcionarios habían lanzado un mesaje de consuelo, luego de activar el plan de
emergencia sin número pues ya no valía la pena numerar tantos planes de
emergencia, las víctimas del agua eran ya muchas y era nula la actividad
ecónomica el país estaba sumido apocalípticamente en un hoyo del cual sería
demasiado difícil salir, tan dificl sería que nadie se atrevía a pensar ni si
quiera en una recuperación.
Obviamente esto no es el fin pensaba, pero
es muy parecido a serlo, anoche volvi a soñarla y ni si quiera voy a tratar de
buscar algo de esperanza en el sueño, puesto que mientras no se acerque y este
tan lejana a mi aun que sea en los sueños, no creo poder encontrar algo de
esperanza en esas cosas, mientras no pueda abrazarla o besarla, ó decirle que
la amo con todas mis fuerzas, mientras no pueda estar con ella estos días no
mejoraran y mejor así que pensar otra cosa.
¿Volver a andar por los tiempos en que ella
estaba cerca de mi?, no tiene caso, no tiene sentido, ¿Qué haría yo otra vez
con eso? Echarlo a perder, descubrir otra vez que no me quiere tanto como yo a
ella, entonces no me sirve de nada viajar en el tiempo y aun que pudiera, no se
si me atreveía hacerlo.
¿Volver a rezar? Eso tampoco tiene
demasiado peso específico, pues yo rezó y rezó y mi Dios se queda estático en su
cruz, indiferente como si yo no le importara.
Y es que la lluvia había comenzado el mismo
día que se vieron por última vez, cuando salio del bar medio ebrio frustado por
el echo de que no la vería nunca mas, las primeras gotas de esta interminable
lluvia habían golpeado su rostro, es una lluvia cualquiera pensó, pero la
lluvia no dejo de caer durante toda la noche y siguió cayendo al día siguiente
cuando se quedo en cama y no fue al trabajo por extrañarla tanto, y luego la
lluvia siguió cayendo y cayendo, se acomulo en las calles, se acomuló en los
arroyos desbordó los ríos, sobre inundo las presas, y la corriente se llevó
todo lo que había a su paso.
Y asi fueron los siguientes días y las
siguientes semanas, en ocasiones con recuerdos de ella, recuerdos pequeños y
pobres el sol se asomaba e intentaba cecar la humedad y si era de noche cuando
estos recuerdos llegaban, las estrellas se asomaban y brillaban sobre la ciudad
un poco, pero al final siempre volvían las nubes y la lluvia comenzaba otra
vez, lentamente a caer y luego mas rápido y luego mas fuerte y nunca paraba,
este ciclo interminable agradable ciclo cuando sabes que va a cesar, pero
horrible cuando de tanto esperar la lluvia no deja de caer.
Recordó el último dìa cuando el sol calentó
su piel y disfruto el recuerdo del sol quemando su piel las aves cantando cerca
del el, cuando entonaba una canción mientras tocaba una raqueta de tenis como
sifuera guitarra, la gente lo juzgaba de loco pero que mas daba el solo quería
cantar aquella canción para ella cantarla muchas veces, mil veces, diez mil
veces, era todo lo que el quería.
Al siguiente día hablaron de esto, le
hubiera gustado cantarle su canción pero no pudo y la raqueta además no estaba
tan afinada como el día anterior, luego de esto las nubes aparecieron en el
cielo nubes blancas que no amenazaban pero que en el fin de semana siguiente se
pusieron negras para dar paso a la mas hitórica de las lluvias de cual la gente
tuviera recuerdo.
No hubo demasiado viento, solo como dos o
tres veces, mas la lluvia cayó y cayó y con eso el país enteró se colapso.
Se recostó sobre el viejo sofá el cual
estaba húmedo producto de una de las muchas goteras en el techo y pensó en
ella, luego durmío y soño con ella, hasta que los fuertes golpes en la puerta
de la pieza terminaron por volverlo de golpe a la realidad.
Eran soldados por su uniforme cubiertos de
verdes gabardinas de las cuales escurría agua, estaban desalojando a la gente
de los edificios viejos y el era uno de ellos, se trasladaron junto con otras
personas en un camión mismo color de las gabardinas , mucha gente iba en el
camíon el cual en ocasiones se balanceaba excesivamente por la cantidad de agua
que corría por las calles.
Llegaron hasta un estadio el cual había
sido acondicionado como refugio, toda la gente formando una fila avanzaron
hacia adentro del inmueble, donde había mas gente hombres, mujeres niños,
algunos recostados sobre cobijas, algunos enfermos, otros durmiendo algunos
bebiendo algo caliente y otros tratando de comer los pocos alimentos que había.
Lo sentaron sobre una silla y en el reflejo
de un vidrio, vio su imagen, la barba le
había crecido considerablemente y su cabello estaba sucio junto con todo lo
demás de su cuerpo, le levantaron la camisa y una enfermera muy guapa de ojos
azules (debío haber sido de las voluntarias extranjeras) vestida con uniforme
le revisó el corazón, el pulso, y le colocó un equipo para checar la presión
arterial, en todo momento le sonreía, entonces se dio cuenta que salvo por los
ojos era igual a ella, en la sonrisa y en la forma de caminar Y estuvo ahí como
idiotizado mirándola mientras su corazón latía fuertemente, la estuvo mirando
por mucho tiempo, mientras ella hablaba con sus compañeros, con los soldados,
mientras atendía a otros pacientes.
Tanto la miro, tanto le recordó a ella
que no quería hacer nada mas solamente
mirarla, imaginarse que era aquella a quien amaba y no pudo ni quiso hacer otra
cosa.
Pasado un tiempo la enfermera lo miro y
camino hacia el, lo tomo de la mano y
asi de la mano lo condujo hasta donde había un grupo de gente observando el
televisor, solo había noticias de los destrozos de la lluvia, la enfermera le
colóco una frasada sobre los hombros y le ofrecio una bebida caliente, siempre
con una sonrisa, en el televisor un tipo daba los pronósticos del clima
anunciaba que tal vez algún día lejano el sol aparecería en el cielo pero para
los próximos días seguirá lloviendo y lloviendo.
Auqel dìa era dìa de su cumpleaños.